Libros que me han marcado (Primera Parte)

Hoy es 23 de abril, día de San Jorge (patrón de Cáceres) y el Día Internacional del Libro.

Casi desde que aprendí a leer los libros siempre han  estado presentes en mi vida. Recuerdo bien el libro con el que aprendí. O sea, recuerdo sus ilustraciones, tipografía y el nombre de la protagonista: Ana. Lo he estado buscando por la red para que pudieseis verlo lo que seáis más jovencitos, pero no lo he encontrado.

Mis primeras lecturas, creo recordar, fueron la colección de libros de TEO, que eran unos libros de forma cuadrada y muy didácticos, con títulos tales como : Teo y su perro, Teo en la granja, Teo y su hermana ... Éstos  sí he comprobado que siguen a la venta en la web de la editorial y en otros establecimientos.

Durante mi infancia y adolescencia, mi familia y yo pasábamos algunos fines de semana y vacaciones en el campo: sin amigos. En verano hacía calor para salir a ciertas horas, a veces llovía si era invierno u otoño. Así que la colección de Los Cinco se convirtió en mi mejor amiga. Devoraba las aventuras y desventuras de esos cinco chicos. Recuerdo a mi padre regañándome por tratar de leer durante la sobremesa, o una vez que tuve un gripazo y, cuando mi madre venía a ver cómo seguía, esconder corriendo el libro entre las sábanas y mantas porque ya se me había advertido de que no estaba en condiciones para leer. 

Nunca se me va a olvidar en la vida que la colección de libros de Puck son 29 . Los cogía de la biblioteca de mi pueblo y me cuidaba mucho de no quedarme sin lectura para el fin de semana. Los libros eran de los años 50, de la autora danesa  Lisbeth Werner , pero en España se popularizaron durante los años 70 y 80. Yo los leí a principios de los 90.

A través de esos libros, descubrí Dinamarca y anoté en mi lista Cosas que hacer antes de morir : Viajar a Dinamarca. No visité Dinamarca hasta 2017,  pero siempre estuvo en mis planes hacerlo.Os dejo por aquí mi experiencia: Qué ver en Copenhague y Comer en Copenhague. El final de la saga me decepcionó mucho, pero ¡cuánto la disfruté!.

Aún puedo revivir la emoción de cuándo nos dijeron en 1º o 2º de BUP (3º o 4º de la ESO para los que no seáis de mi edad) que íbamos a leer El joven Lennon y que un día vendría su autor, Jordi Sierra i Fabra, al instituto a dar un coloquio sobre el libro y habría turno de preguntas. Yo no conocía a ningún autor en persona, más allá de los que había visto en alguna feria del libro y a un amigo de mis padres, profesor de Clásicas, que escribe poemas sobre Extremadura. Y ahora iba a poder a hablar con un ESCRITOR. Con la persona real de carne y hueso que había inventado y puesto negro sobre blanco todo ese entretenimiento para mí. Y digo entretenimiento porque por aquélla época yo seguía viendo los libros como un hobby , algo que me encantaba y con lo que disfrutaba infinitamente. No leía para ser más culta ni para aprender cosas nuevas. Aunque, obviamente, algo aprendería. 

Ni que decir tiene que leí el libro con esmero, lo subrayé, hice anotaciones, preparé preguntas para el autor, me senté en primera fila... Vamos, todo y más.

También por esa época, saqué de la biblioteca La casa de los espíritus, primera novela de la chilena Isabel Allende. Me cautivó ese mundo mágico y sobrenatural y empecé a ver la muerte como una posibilidad real. Hace poco he vuelto a leer una novela de esta celebérrima autora: Más allá del invierno, pero  no le doy más de un 6,5. Me tengo que animar con El amante japonés, que intuyo que tiene mucha más calidad.

Supone para mí mucho esfuerzo emocional regresar a épocas ya casi remotas de mi pasado, por lo que conlleva de añoranzas y melancolía. Así que me vais a permitir que por hoy lo deje aquí. Solo una cosa más : ¡Leed! Todo está en los libros.