Cumpleaños feliz
Hola chic@s, un año más me apetece compartir con vosotr@s mi cumpleaños. Pero este año principalmente me apetece contaros lo tranquilita que he estado. No es que no me apeteciera celebrarlo, pero lo que más deseaba era estar relajada.
Realmente, por motivos logístico-temporales relcionados con la opo ( que ya os contaré) me tomé toda la semana libre de estudio aunque no paré de hacer otras muchas cosas. El jueves, por ejemplo, empleé buena parte de la mañana en retocarme las mechas y hacerme un tratamiento de hidratación en Mi Pelu Las Tablas. Últimamente me hago todo allí porque los precios son muy competitivos para la zona y cuentan con todo tipo de tratamientos de peluquería y estética. Además, es una opción estupenda para papis y manis , ya que tienen dos zonas separadas para niños y adultos.
El viernes, ya día de mi cumple, pasé la mañana sola en casa intentando hacerme con mi nuevo movil. No sé si veríais por Instagram que me había autoregalado un movil. La verdad es que ha sido un regalo casi impuesto porque mi anterior movil tenía mal la batería y se apagaba cuando peor venía.
También aproveché para cocinar, ya que el sábado teníamos comida familiar en casa. Lo que no preparé yo misma fue la tarta, que tuvimos el acierto de encargar a Santé Cakes. Son tartas artesanales sin azúcares refinados y con muchas opcionrs en cuanto al tipo de harina y los alérgenos. Podéis ver todas las delicias que preparan en su IG: @santecakes
Ya por la tarde, fuimos a la revisión semanal de la reforma de la casa nueva. Me hizo mucha ilusión ver que ya estaba colocado el suelo de la cocina. No en vano tenemos previsto mudarnos a finales de mes.
Por la noche me aguardaba cenita sorpresa en un restaurante italiano, el Piú Trentanove, situado en la Calle Pedro Muguruza . Es un italiano diferente, con platos distintos a los que estamos acostumbrados. Tiene una terraza muy agradable y cuenta con una buena carta de vinos. Nosotros nos decidimos por uno de La Toscana.
Justo al lado del restaurante podéis encontrar una terraza con aires orientales y con ambientazo para disfrutar de una copa. No recuerdo el nombre, pero la encontraréis nada más salir del restaurante haciendo esquina.
Y por fin me estrené la falda de Zara que tanto me gusta.
El sábado nos apetecía ir a dar un paseo por el centro antes de recibir a la familia para comer. Así que nos fuimos a desayunar al Frick Café, en la Calle del Príncipe. Una pena que este café tanespecial vaya a cerrar sus puertas en breve.
Durante la comida familiar me hicieron entrega de unos regalos preciosos, entre ellos este bolso de Purificación García.
Me parece precioso y creo que lo voy a usar mucho.
Por la tarde hice algo que casi nunca hago: dormir una siesta. Me levanté súper contenta y con muchas ganas de reunirme con amig@s para ver el partido y cenar.
Y ya sabéis, celebrad los momentos especiales como más os apetezca, no os forcéis a nada.
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