Qué ver en Nueva York III
Bienvenidos de nuevo a nuestro periplo por la ciudad de
Nueva York que os empezamos a contar en las Partes 1 y 2. ¡Continuamos!
1- Puente de Brooklyn: emblemático puente entre los barrios
de Manhattan y Brooklyn, ofrece su mejor perspectiva desde el lado de Brooklyn,
ya que permite disfrutar del skyline de Manhattan, y en particular del distrito
financiero o Lower Manhattan. Existen unas escaleras poco antes del inicio de
los tensores del puente para acceder al nivel superior peatonal, por encima del
nivel de circulación de los coches. El día que lo visitamos hacía muy buen día
y el puente estaba bastante lleno de turistas, todos haciéndonos las fotos y
selfies de rigor, sobre todo entrando ya en la parte de los tensores del
puente, que ofrece las mejores instantáneas. Otros puntos desde donde poder
admirar la grandiosidad del puente son las zonas aledañas próximas al río, en
esa misma orilla, como el Empire Fulton Ferry Park, y que permiten apreciar el
puente desde abajo.
2.- Memorial 9/11: el memorial se abre dentro de una enorme
plaza en donde anteriormente se encontraban ubicadas las Torre Gemelas. La
plaza está llena de árboles, y la planta donde se encontraba cada una de las
Torres se ha reemplazado por una fuente gigante en forma de hueco cuadrado a
varios metros bajo el nivel de la calle, y alimentadas por unas cascadas que
caen en el hueco desde todo su perímetro. En la barandilla que rodea todo el perímetro
superior de cada hueco se encuentran listados los nombres de los fallecidos
durante los atentados. La solemnidad del lugar y pensar en lo acontecido
aquellos días la verdad que pone la piel de gallina. El complejo del memorial
se completa con el museo, el nuevo impresionante rascacielos One World Trade
Center, y la llamativa estación de metro del World Trade Center diseñada por
Calatrava, que a pesar de las críticas recibidas en su apertura, nos pareció
bastante impresionante tanto por fuera como por dentro.
3.- High Line: aunque ciertamente reciente, esta antigua
línea de metro exterior y elevada, actualmente reformada como paseo con
jardines, árboles y bancos, se ha convertido en otros de los principales
atractivos de la ciudad. Está ubicado en el lado oeste de Midtown, pegado al
río Hudson, y se inicia en su parte norte justo al lado de una de las más
recientes atracciones de Nueva York, el mirador The Vessel: un espectacular y
moderno entramado de escaleras y balcones cual panal de abeja con forma de vaso
gigante, desde el que poder observar parte del río, y al cual no subimos ya que
estaba cerrado. El paseo por el High Line es bastante agradable, ya que ver las
calles desde una perspectiva más elevada siempre es más interesante, y el
propio paseo por las diferentes secciones que lo componen es bastante curioso:
hay tramos más descubiertos y con partes todavía de las antiguas vías, otros
tramos con árboles y bancos, etc.
4.- Sede de Naciones Unidas y Edificio Chrysler: en la parte
este del Midtown, ya a orillas del East River, nos encontramos con la sede de
Naciones Unidas, enorme edificio de cristal que alberga la principal sede de
dicha organización. No llegamos a entrar, pero la vista de la sede por fuera,
pensando en lo que representa, y el paseo por las calles aledañas, nos pareció
muy interesante. En esa misma zona, pero ya adentrándonos hacia el Midtown, se
puede contemplar el Edificio Chrysler, que junto con el Empire State Building,
sea quizás el otro rascacielos más reconocible de Nueva York. Destacar la gran
corona superior de metal con sus arcos y sus gárgolas, y las puertas de entrada
con ese peculiar estilo art-decó. Sencillamente espectacular.
5.- Barrio Judío en Williamsburg: esta visita quizás se sale
ya un poco del círculo turístico más habitual, ya que ciertamente se encuentra
algo alejado de Manhattan. Para llegar hay que pasar a Brooklyn por el puente
de Williamsburg, y allí callejear un poco hasta llegar a las manzanas donde
vive la comunidad judía ortodoxa. Ciertamente la zona no es como caminar por
Manhattan ya que viven en una zona muy humilde (en general los judíos
ultraortodoxos ocupan su tiempo sobre todo en estudiar la Torá y no trabajan, por
lo que sus ingresos no son muy elevados), pero no tuvimos ningún problema. Fuimos
en sábado por lo que, al estar todo cerrado debido a su festividad (Sabbat), no
se veía demasiada gente por la calle, pero sí que pudimos ver algunas familias
y parejas ultraortodoxas paseando. Ellos de riguroso negro y algunos vestidos
con indumentarias que perfectamente podrían ser de hace un par de siglos:
abrigos negros largos, medias blancas hasta debajo de la rodilla, sombreros de
piel circulares, y sus inconfundibles tirabuzones y barbas. Y ellas con ropas
muy formales y pelucas. En la zona apenas había otros turistas, y llamaba la
atención todas las tiendas y locales con letreros rotulados en hebreo, y la
gran cantidad de autobuses escolares (los típicos amarillos americanos)
aparcados fuera de los colegios, ya que normalmente suelen ser familias muy
numerosas. Un pequeño “cosmos” dentro de ese “mini-universo” que es a su vez
Nueva York.
Y con esto terminamos ya nuestro viaje por Nueva York; toda
una experiencia. Lo completaremos con otro post en el que poder compartir con
vosotros los lugares donde fuimos a comer. Esperamos que os haya encantado y
hasta el próximo viaje.
Gracias, Gracias, gracias.
ResponderEliminarFantástico post.
Muy interesante y ameno.
Muchisimas gracias
los post de viajes los bordais.
Muchísimas gracias a ti por seguirnos y por esas preciosas palabras.
EliminarUn abrazo
Ganas locas de ir a conocer Nueva York, gracias por tus recomendaciones
ResponderEliminarUn saludo
Te va a encantar. Gracias a ti por pasarte.
ResponderEliminarUn beso
Cris