Qué ver en Budapest

Hola chicos. A mí no me da la vida, pero OpoNovio ha tenido a bien escribir este post sobre las preciosidades que podréis ver en la capital de Hungría. Espero que lo disfrutéis mucho y os anime a viajar a esta ciudad tan magnífica.

En el post de hoy os animamos a acompañarnos en un nuevo viaje, en este caso a la preciosa ciudad de Budapest, y compartir con vosotros cuáles fueron los sitios que visitamos y que más nos gustaron. ¡Allá vamos!

1.- Basílica de San Esteban: esta impresionante catedral es uno de los principales puntos de interés de la ciudad. Se encuentra en la parte de Pest (al Este del río Danubio que divide la ciudad), y por fuera es realmente espectacular debido a su grandiosidad y altura. Por dentro llama especialmente la atención su preciosa y elevadísima bóveda, el órgano y todos los adornos que decoran el interior. Es una visita indispensable, y además en la plaza donde está situada y aledaños se encuentran algunos de los restaurantes y bares que más nos gustaron del viaje (Zeller, Bestia, Platz…), aunque éstos los explicaremos en más detalle en otro post. Una recomendación: si nos dirigimos a la basílica desde el río Danubio, intentar hacerlo por la calle Zrinyi, ya que la vista con la basílica al fondo es impresionante.

2.- Parlamento: pegado al Danubio, y también en la parte de Pest, nos encontramos con este majestuoso, enorme y bello edificio. Destaca mucho todo el detalle que adorna todo el exterior. Otro sitio imprescindible del viaje. No llegamos a entrar ya que, aparte de la cola, estaba soleado en ese momento y quisimos aprovechar que hacia bueno para ver el mayor número de cosas ese día sin tener que mojarnos. En cualquier caso, ya verlo por fuera y disfrutar de la solemnidad de su fachada merece la pena.  Además caminar por las calles adyacentes y alrededores (como el Parque de la Libertad) se convierte en un muy agradable paseo.

3.- Monumento de los Zapatos: cerca del Parlamento, también a orillas del Danubio y yendo hacia el Sur en dirección al Puente de las Cadenas, se encuentra este emotivo monumento, en memoria a los judíos ejecutados y arrojados a las heladas aguas del Danubio durante la Segunda Guerra Mundial. Monumento sencillo, pero conmovedor a la vez que estremecedor.

4.- Castillo: encaramado y vigilante desde su colina en la zona Oeste de la ciudad, Buda, se encuentra este grandioso palacio, en cuya parte Sur quedan todavía vestigios del antiguo Castillo. Nosotros decidimos ir andando desde la parte de Pest, cruzando el Danubio a través del Puente de las Cadenas, que acaba justo al pie de la colina donde se encuentra el Castillo. Ahí se tiene la opción de subir al Castillo con el famoso funicular, pero nosotros ante la longitud de la cola que había para cogerlo decidimos subir andando, lo que finalmente fue un acierto ya que pudimos ir parando por los diversos miradores que había a lo largo de la subida y que iban descubriendo unas vistas preciosas de la ciudad. Ya en el Castillo, hay varios miradores más que ciertamente ofrecen unas panorámicas impresionantes

5.- Balneario de Gellert: otra de las visitas casi obligadas en Budapest es visitar alguno de sus balnearios. En este caso, como coincidió que el fin de semana que fuimos era la fiesta Nacional de Hungría, nos recomendaron no ir a los balnearios quizás más famosos (Szechenyi) ya que iban a estar previsiblemente bastante abarrotados, por lo que decidimos ir a los siguientes más grandes que son los de Gellert, en la orilla de Buda. El complejo incluye piscinas interiores (aunque las de la sala principal tenían techo retráctil para dejarlas al descubierto), y salas de masajes. Si no has llevado bañador, te ofrecen la opción de alquilarlo (si te atreves…), aunque también tienen tienda para comprarlo.

5.- Paseo en barco por el Danubio: no es un lugar a visitar en sí, pero sí que te permite ver muchos de los principales y más bonitos lugares, desde una perspectiva además única. Para hacer el paseo más especial escogimos el paseo nocturno, con cena incluida. La verdad que por la parte que fuese nocturno fue un completo acierto ya que las vistas de los edificios y puentes iluminados es realmente espectacular. Por otro lado, la cena fue un poco decepcionante ya que era finalmente mesa compartida con otra gente, tipo buffet y la comida, a pesar de tener algún plato típico, tampoco nos gustó demasiado. Una recomendación en caso de hacerlo: llevar algo de ropa de abrigo ya que lo mejor para contemplar las vistas es desde la cubierta y en medio del rio hace bastante más frío que en la ciudad.

6.- Gran Sinagoga y barrio judío: terminamos este recorrido por la bella capital húngara en uno de los edificios ciertamente más representativos de la historia más reciente de la ciudad, dada la importancia que tuvo la comunidad judía en el período anterior a la Segunda Guerra Mundial. La Sinagoga estaba además justo pegado a nuestro hotel, así que era un lugar que teníamos (y queríamos) visitar sí o sí. El edificio es bastante peculiar, ya que tiene cierto toque mudéjar. Según nos explicó el guía (una vez comprada la entrada (10€), dentro se organizan tours con guías en diferentes idiomas, incluido en español), se quiso dar a la Sinagoga cierto aire “moderno” y original con respecto a las Sinagogas tradicionales, por lo que se decidió para su diseño juntar detalles de diferentes corrientes del Judaísmo, entre ellas la Sefardí  -de ahí el toque mudéjar-, y hacerla de dimensiones mucho más grandes de las habituales –de hecho es la Sinagoga más grande de Europa-. Dentro del espacio de la Sinagoga se pueden ver también el cementerio y los monumentos a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial.

Y aquí acaba nuestro periplo, que esperamos os haya gustado. La verdad que Budapest es una ciudad muy bonita y altamente recomendable de visitar. Se percibe ese pasado imperial en la monumentalidad de la parte antigua, así como la huella de su pasado comunista más reciente. Desde luego superó bastante las expectativas. En siguientes post os detallaremos la parte gastronómica del viaje. ¡Estad al tanto!