Y como much@s sabréis por IG y TT por las fotos que he ido subiendo con la etiqueta #LosViajesDeOpoNovio, estaba pendiente que él os contará qué ha visto,hecho y comido en Shangai.
Esta vez,más rápido no ha podido ser porque ha llegado hoy mismo,después de algún contratiempo con sus vuelos.
A diferencia de los anteriores posts de Bangkok, en los que me centraba en destacar los lugares donde comí o cené que más me gustaron, en esta ocasión voy a completar el relato de mis aventuras por Shanghai con los sitios que visité y otras experiencias, ya que como os podréis imaginar, Shanghai es una ciudad con diversos e interesantes atractivos.
Como en la anterior ocasión, dividiré el post en 2 partes. En esta primera comenzaré por los lugares que visité:
1. Área financiera de Pudong: absolutamente espectacular. Fue quizás lo que más me gustódel viaje. Para mí es visita obligada, a poder ser por la noche, con todos los edificios iluminados. En esta zona se encuentran los rascacielos más modernos y más altos de Shanghai. Cuando mirabas los 3 más altos –el imponente ShanghaiWorld Financial Center (el “abrebotellas”, con 500 metros), la torre Jin Mao (hotel de 380 metros inspirado en las pagodas, sencillamente asombroso), y la nueva e impresionante Shanghai Tower con sus más de 600 metros- pareciera que estuvieras en una película de ciencia ficción. La sensación de inmensidad y grandeza era increíble. Toda la zona es muy nueva, y todo el entorno, plagado de rascacielos modernos, es algo digno de ver. Tuvimos la suerte de poder subir al mirador del “abrebotellas”, situado a unos 450 metros y “colgado” del brazo superior de la torre. El suelo es de cristal y las vistas son insuperables, era como ir en un avión. El ascensor de subida iba a una velocidad increíble, y el precio era de unos 25€. La verdad que merece la pena
2. Zona de Yuyuan: esta zona me gustó bastante ya que es “lo más chino” que pudimos ver en Shanghai. Al fin y al cabo, Shanghai es una ciudad muy moderna y muy “occidental”, y esta zona me gustó porque los edificios, aunque fuese una zona comercial de tiendas y restaurantes relativamente reciente, era en cierta medida “genuina” y con arquitectura y decoración china. Como digo, está plagada de tiendas (las más vistosas las de jade y oro –los precios nada económicos, obviamente-), y de restaurantes especializados en dumplings o dimsum (nosotros probamos los de uno al lado de la casa de té que hay en el centro de la zona, al lado de un estanque con el popular puente en “zigzag” (no recuerdo el nombre), y estaban riquísimos)
3. Century Park: parque al lado del Museo de Tecnología, me gustó bastante por su amplitud y por su moderno diseño. El Museo de Tecnología es de una arquitectura sencillamente espectacular, “coronado” con una inmensa esfera en el centro (no entramos, entiendo que sería un planetario). El día que fuimos estaba algo nublado, pero aún así, había bastantes familias paseando y patinando. Un lugar muy agradable. Debajo de la plaza, en las galerías comerciales del metro, hay uno de los fakemarkets más grandes de la ciudad, donde puedes comprar muchas imitaciones de artículos de lujo (relojes, bolsos, camisas) a precios muy ajustados. Eso sí, regateando continuamente. La “regla” es que en general vas a poder comprar a un precio final 4 o incluso 5 veces inferior al precio que te indican inicialmente. Tengo que reconocer que acabé comprando varias cosas…
4. Bund: es la orilla del río contraria a Pudong. Muy recomendable para poder contemplar el skyline de la zona financiera. Indispensable la visita por la noche, con todo el skylineiluminado. Los dos días que fuimos, uno por el día y otro por la noche, el paseo estaba casi intransitable, abarrotado de gente. Un posible recorrido (que hicimos) es ir desde PeopleSquare por Nanjin Road (calle repleta de tiendas) hasta el Bund, y allí ya recorrer el paseo y disfrutar de las vistas
5. Tren Maglev: el último día decidimos ir al aeropuerto en el tren de alta velocidad por levitación magnética –Maglev-, y honestamente es una experiencia bastante recomendable. El trayecto es muy corto, unos 7 minutos, y te permite llegar al aeropuerto en un abrir y cerrar de ojos. Dependiendo del tramo horario, el tren puede llegar a alcanzar los 430 Km/h -que es la velocidad a la que pudimos ir nosotros-. Es como ir volando a ras del suelo. El precio, muy asequible: unos 10€. Sale desde la estación de Longyang Road, que está casi a las afueras de Shanghai. Llegar hasta allí es lo que más va “pereza” da. Aún así, lo recomiendo aunque sea a nivel práctico, ya que como digo, no tardas nada en llegar al aeropuerto (más si cabe si vas apurado)
Queda pendiente un segundo post con los sitios donde comí…
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