Reflexiones de fin de año (2020)

 Que 2020 no ha sido un año  fácil para nadie desde el mes de marzo no es ningún secreto. Sin duda, las vidas que se ha llevado (y se sigue llevando) la maldita pandemia nunca las vamos a recuperar. Porque lo único que no tiene solución en esta vida es la muerte. 

Pero con el 2021 a la vuelta de la esquina, hay que tratar de mirar al futuro con un poco de optimismo y extraer lo positivo que esta catástrofe humana está dejando:

Tengo una especial sensibilidad hacia las personas mayores (que no viejos, como escucho decir a algun@s insensibles -lo viejo se tira-) y, es que, la pandemia nos ha mostrado en qué condiciones viven muchos de nuestros mayores, aquéllos que sacaron el país adelante , vivieron la posguerra y se sacrificaron por las generaciones futuras. ¿De verdad que queremos ser el tipo de país que dispensa ese trato a los que lo dieron todo para que nosotros vivamos en la sociedad del bienestar?.

Si os sobra un poquito de tiempo, os pediría que os informaseis sobre la labor que hace la ONG Grandes Amigos ; ya que ofrecen muchos tipos de acompañamiento a personas mayores a través de los voluntarios.


Fuente : El País

En otro orden de cosas, y quizás siendo ingenua, creo que esto tan dura que hemos vivido y estamos viviendo nos ha recolocado la escala de valores, que yo creo que la teníamos en general bastante distorsionada. Me explico: hemos valorado lo que teníamos y dábamos por sentado por y para siempre: la libertad, la familia, los amigos, la salud.






También nos ha obligado a vivir en medio de la incertidumbre. Pero es que la vida es incertidumbre siempre, lo único que tenemos es el presente. Por eso es muy importante saber aprovecharlo bien y exprimir la vida hasta la última gota con las personas y cosas que nos hacen felices.

En lo personal, no me puedo quejar: sí es cierto que lo he pasado muy mal teniendo que trabajar presencialmente durante la pandemia y que eso ha tenido unas consecuencias nefastas en mi salud que ya detallaré cuando llegue el momento. Pero también ha sido el año de nuestra boda, laboralmente prácticamente toda la familia conserva sus trabajos, en unos días nacerá mi sobrina Daniela y tengo una gran ilusión con el proyecto de reforma de la casa de mis padres (estoy segura que mi madre desde el cielo -porque en otro sitio no va a estar porque era un ángel- estará muy feliz de que esté arreglando su casita.

A raíz de la boda me he dado cuenta de que tengo unos amigos maravillosos, no demasiados, pero más que suficientes. Gracias a todos por alegraros conmigo y llorar conmigo.

No puedo más que terminar diciendo: Salud y Suerte para todos.





Comentarios

  1. Al final perece q el balance de 2020 sale bueno. Me alegro mucho. Ánimo con esas consecuencias nefastas para tu salud q, espero, pronto estén solucionadas. Que el 2021 venga mejor. Un abrazo y enhorabuena por Daniela
    Carmen.-

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    1. Muchas gracias. Sí, no me puedo quejar. Ya contaré cuando sea el momento adecuado.

      Un abrazo
      Cris

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