Viaje a Cuba
Todo viaje empieza mucho antes de que partamos a nuestro destino. Y es que no solo vale con soñarlo, también hay que preparar concienzudamente nuestra aventura para poder luego dejarnos llevar y relajarnos durante el mismo.
Cuba era uno de mis destinos soñados. Y es que ¿sabéis? yo tengo dos listas de viajes que quiero hacer. Una se titula “ Lugares a los que ir antes de morir ” y la otra la verdad es que no lleva título, pero son sitios a los que si las circunstancias lo permiten pues también iría. Supongo que es un título demasiado largo y por eso no la he bautizado aún.
En la primera lista se encuentran lugares como Argentina, Japón o un safari en África ( ¿y es que quién no quiere que le laven el pelo en una bañera al más puro estilo Memorias de África?. Como dice La Vecina Rubia : “me estoy haciendo ilusiones y me están quedando preciosas”.
En la segunda lista hay lugares como Nueva York o China. De hecho, este verano casi vamos a Pekín; pero al final decidimos ir a Cuba. Y es que el otro 50% del equipo también debe de tener listas de estas y hay que consensuar los movimientos.
A lo que íbamos. Cuba no es un destino especialmente difícil en cuanto a trámites burocráticos y precauciones médicas, pero sí hay unos mínimos que debemos cumplir:
1. Visado. Para viajar a Cuba se necesita una visa de turistas que puede conseguirse fácilmente en el consulado del país en Madrid (Paseo de La Habana, 194) a un precio de 22€. Para obtenerlo solo tenemos que llevar nuestro pasaporte en regla y los pasajes de entrada y salida al país y es válido por un máximo de 30 días .
Además de esto vais a necesitar un poquito de paciencia y coger una mañana libre en el trabajo; ya que el horario es bastante reducido (de 9,00 a 12,00 horas de Lunes a Jueves) y además se tarda como 2 horas y media entre la espera y el trámite en sí mismo. No se pide cita, simplemente al llegar, en la garita de la entrada muestras el pasaporte y te dan un número con el que vas a un primer mostrador en el que explicas cuál es el trámite que vas a realizar y, luego, a esperar sentadito hasta que te toque.
Aunque hay un orden, pues se ve que hay casos urgentes, como los de personas que les sale el vuelo en horas y les falta algún documento, o casos más complicados que hacen que la espera sea larga. Ojo, ni se te ocurra amenizar este ratito con tu teléfono móvil pues no está permitido su uso dentro de la embajada. Y la señora del mostrador se encargará de recordártelo.
Atención a los chicos, no se puede acceder al consulado llevando bermudas. Sí, como lo leéis. Mientras yo estuve allí dos personas tuvieron que ir a comprarse un pantalón largo porque eso lo llevan a rajatabla. Uno de estos chicos le dijo al guardia de la garita: “¿estás de coña? Y la respuesta fue : “Esto es una sede diplomática, señor”.
No tendréis que preocuparos ni del móvil ni de las bermudas si optáis por realizar el trámite mediante una gestoría, agencia o a través de otra persona. Eso sí, tiene un coste añadido de 25€.
También puede realizarse vía correo para los que no tengáis ninguna de las opciones anteriores. Podéis consultar los detalles de esta modalidad en la web del consulado.
El trámite en sí mismo es sencillo, sólo os formularán algunas preguntas; entre ellas si habéis pisado o vais a pisar suelo yanqui en fechas próximas, dónde os alojaréis y un montón de preguntas más que nada tienen que ver con la seguridad o la burocracia, pero que os harán entrar de lleno y sin anestesia en la slow life (¿un ronsito, mi amol?.
2. Vacunas. Para viajar a Cuba no es necesario ponerse ninguna vacuna.
3. Botiquín. En eso andábamos nosotros bastante perdidos y no se nos venía a la cabeza nada más que el repelente de mosquitos por aquello de la humedad y lo típico para un vuelo largo . Así que nos fuimos a una farmacia que está en la Calle Joan Margall de Madrid (antigua Calle Capitán Haya) porque esta farmacia tiene un enorme rótulo que reza : Expertos en botiquines de viaje. Lo cierto es que la broma nos salió por unos 80€ y que hay cosas que no hemos utilizado, pero habiéndonos informado previamente de las dificultades para encontrar allí algunos medicamentos, preferimos pecar de precavidos. También es verdad que nosotros no tenemos medicamentos en casa y que algunas de las cosas que ahora os nombraré seguro que ya las tenéis.
- Repelente de insectos del tipo medio, no es una zona de enfermedades como fiebre amarilla o tifoidea por lo que solo hay que preocuparse por la molestia de las picaduras. Lo hemos usado poco, a pesar de que solemos ser objetivo de estos bichillos no hemos notando una gran población de los mismo.
- Crema con antibiótico, por si alguna picadura se pone fea. Nosotros compramos Alergical.
- Antiestamínicos, para lo anterior o por si algún alimento al que no estemos acostumbrado nos provoca una pequeña reacción alérgica.
- Antidiarreas, por si por el cambio de hábitos se nos suelta la tripilla. Yo sabía que muy mal se tenía que dar la cosa para usarlo porque mi tripilla lo aguanta todo. Aún así nos comentó la farmacéutica que solo lo tomáramos en caso de tener una excursión o viaje porque no es bueno cortar la diarrea.
- Probióticos, como prevención y preparar el cuerpo para alimentos no conocidos. Los nuestros venían en sobrecitos y empezamos a tomarlos la noche antes del viaje.
- Crema solar, de protección muy alta aunque no soláis quemaros porque el sol allí pega fuerte.
- Nolotil, pongo esta marca porque a mí en las raras ocasiones en las que me duele la cabeza solo se me pasa con este medicamento. Pero aplica cualquier medicamento que toméis de forma habitual o que podáis necesitar en un momento puntual.
- Biodramina, esto aplica para cualquier viaje en avión para aquellas personas que se mareen. Si las compráis sin cafeína también os ayudarán a tener un plácido sueño durante el vuelo.
- Frenadol, medio sobrecito de frenadol antes de el vuelo os ayudará a evitar las molestias del cambio de presión.
- Lágrima artificial, el ambiente de los aviones es muy seco y podéis necesitarla, principalmente los que uséis lentillas.
- Tiritas
- Alcohol o agua oxigenada
- Gasas
- Chicles de nicotina, en caso de que no esté entre tus planes matar a ningún trabajador de Air France por lo majetorros que son.
Todavía no hemos ni hecho la maleta y fijáos la parrafada que os he soltado, se ve que la serie de post sobre Cuba va a dar mucho de sí. ¡Eso sí, con paciencia que aún ni he descargado todas las fotos de la cámara!.
Me parece genial, deseando leer los otros post. Por cierto, lo del frenadol me lo apunto, gracias por tus recomendaciones.
ResponderEliminarBesos
Amanda
Un artículo muy práctico, pero con idea de ayudar a los que quieran viajar a Cuba.
EliminarUn beso
Cris
Hola,
ResponderEliminarUn destino precioso el que habéis elegido. No está entre mis favoritos. Estaría en mi segunda lista. Pero las recomendaciones que haces son muy útiles para todos los viajeros. Un abrazo!!
Es cierto que Cuba despierta sentimientos muy encontrados, pura contradicción como el país en sí mismo.
EliminarCris
Gracias por tus consejos, ¡me los apunto!
ResponderEliminarUn abrazo.
Celeste