La oposición es como un escape room

Pasan los días y las semanas y lxs señores del INAP no tienen a bien mitigar nuestra incertidumbre opositoril sacando de una vez por todas la lista de las personas que pasan a la segunda fase de la oposición. Entre tanto hay que seguir viviendo y en lugar de malvivir con la angustia de la nota de corte, pues yo he decido bienvivir.Me cuesta, eh, no creáis. Como todxs, necesito saber para organizar un poco el tiempo venidero, pero tampoco voy a permitir que eso no me deje vivir este tiempo precioso que ya nunca volverá.

En esto de vivir ando yo tan afanada que consulto  mi lista de cosas por hacer (¿vosotros tenéis una así también?) y me lanzo a sumar experiencias y momentos a este tiempo que se me regala.
En esa lista hay cosas variopintas ( restaurantes, lugares, películas...) y una a la que le tenía muchas ganas era un escape room. Supongo que a estas alturas todxs  sabéis lo que es, pero por si hubiera por ahí algún despistadillo  todavía, os cuento que se trata de un juego en el que con una serie de pistas que se van consiguiendo a lo largo del mismo tienes que intentar no salir caput de él.
Vamos, como una opo; ya que durante el juego el secreto consiste en ir probando distintas posibilidades (algunas de ellas erróneas) para llegar a la llave que te sacará de ahí. ¿ Os suena, verdad, opocompis ?.



El escape room del que yo pude disfrutar de lo lindo  en The Last Monkey ( Av. Dr. Mendiguchía Carriche -Leganés-) está  inspirado en una temática de piratas, aunque hay alguna opción más por si esa no os convence. Y os puedo decir que por 15€ por persona os proporcionan  60 minutos divertidos, diferentes, con la adrenalina por las nubes y en los que te das cuenta que el secreto está en mantenerse en movimiento, probando cosas, métodos para salir de ahí, equivocándose  y acertando. Cuando aciertas consigues une extra de motivación para el siguiente hito y cuando llevas un rato sin dar con la tecla que te llevará al siguiente nivel, te sientes como en esos periodos de la opo en los que por más que te pongas  a estudiar aquello parece que no va a terminar nunca.  




A estas alturas os preguntaréis si conseguí no hundirme con el barco. Pues bueno, la respuesta no es fácil de dar. Si hablamos en términos opositoriles, en los que la nota de corte vendrían a ser esos 60 minutos que tienes para salir de ahí: nos hundimos; ya que tardamos unos segundos más en salir del barco. Y ya sabéis que todo lo que esté por debajo de la nota de corte es hundimiento.

¿Eso significa que lo hiciéramos mal? No, en absoluto,  creo yo. Simplemente que necesitamos una segunda oportunidad para vencer esos segundo que nos han separado esta vez de sobrevivir.

Orgullosos de nuestra proeza decidimos darnos un merecido premio en un monérrimo restaurante, Rita La Cantaora,situado en la Calle Juan Muñoz, una calle peatonal y céntrica del municipio.. Y es que que bien saben esos premios post esfuerzo. Como la hora nos era propicia para ella, optamos por una merienda-cena (qué poco se usa ya este término) que consistió en un perrito ibérico, con salchicha de carnicería de toda la vida y un especial alioli de manzana que le daba un toque dulce muy pintón. Además no pudimos resistirnos a sus tartas, consistentes, en porciones generosas y servidas en platos súper cool. La que más éxtit tuvo fue la red velvet , aunque la de chocolate creo que sería un gran acierto para los amantes de ese adictivo placer confesable.




Os deseo un apoteósico final de semana. A por todas, piratas.

Comentarios

  1. Hola, un buen enfoque, comparar las oposiciones con una escape room. Me ha gustado mucho

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  2. Muy bien jugada esa relación entre oposiciones y escape room, ¡Enhorabuena!

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  3. Me encanta este plan que nos cuentas, quiero hacerlo.
    Amanda

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