Todos tenemos momentos en los que las circunstancias o nuestro estado emocional nos superan, por eso hoy me parecía generoso compartir algunas prácticas sencillas para sentirse mejor en esos momentos.
1. Meditar: sé que está muy de moda, pero yo llevo meses practicándolo de modo casero con meditaciones guiadas de You Tube y lo cierto es que me ayudan mucho a calmarme cuando no me entiendo ni yo misma y a ver las cosas con perspectiva. Ah, y meditar no es dejar la mente en blanco,eh.
2. Un baño caliente de espuma: una de las cosas que más echaba de menos en la casa de Madrid era tener solo ducha y no una bañera donde, de vez en cuando, sumergirme física y mentalmente mientras me tomaba un vinito y leía o simplemente me dejaba llevar por mi mente. Afortunadamente, ahora lo estoy pudiendo hacer de vez en cuando.
3. Moverte: No digo que te vayas a hacer una maratón así sin anestesia, pero he dicho muchas veces (porque así lo creo) que el cuerpo está hecho para moverse; así que unos simples estiramientos de unos pocos minutos pueden sentarte de lujo y ver la vida de otro color. Eso sí, con esto hay que ser un poquito constantes.
4. Música relajante y tu bebida favorita: Cuando no sepas para dónde tirar, siéntate con música relajante y disfruta de tu bebida favorita. Da igual el tiempo del que dispongas, busca ese ratito para ti y estar a solas contigo mismo. Ganarás más tiempo, claridad mental y alegría que el tiempo que inviertas. Te lo aseguro.
5. Tira cosas: No te estoy hablando de que le arrojes a tu compi de piso una cuchara a la cabeza; sino de que te deshagas de aquellas cosas que ya no te hacen feliz ( a lo Marie Kondo). Dicen que para que entre lo nuevo tiene que salir lo viejo. Esto también sirve para las personas, pero no digo que las tiréis literalmente, obviamente, sino que las saquéis de vuestra vida.
Hasta aquí mis cinco tips. Parecen cosas muy sencillas, pero con el tiempo y combinadas ganaréis en calidad de vida y paz mental.
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