¿En qué ando?

Yo me había prometido a mí misma pasarme por aquí todas las semanas a contaros algo que os interese, o que al menos os entretenga y distraiga de la rutina. Pero como habréis comprado los fieles lectores (que alguno habrá, digo yo) la semana pasada no hubo post.

Hoy tampoco tenía previsto escribir porque estoy preparando varios post que requieren de algo más de preparación (léase ir a probar algo a algún restaurante o bar); pero sí que estoy haciendo cosas chulas que no tienen mucho que ver entre sí y que me apetecía un montón compartir con vosotros. 

Y como esta semana saldrá la nota de la opo, casi que prefería contaros esto antes de que caiga el chaparrón.

1. ¿Qué leo? El año pasado compré de segunda mano el libro Melocotones Helados de Espido Freire.  Esta novela obtuvo el Premio Planeta en 1999 y yo habría jurado que ya me la había leído allá por el 2000, pero no. Así que la he empezado hace un par de días y, de momento, la versión más joven de mi admirada Freire me está volviendo a cautivar. 

Todo empieza cuando Elsa, tras unas amenazas de muerte cuyo origen desconoce, se muda a otra ciudad a vivir con su abuelo. Allí, en un ambiente un tanto axfisiante, tendrá que enfrentarse a hechos del pasado y a la inquietante ¿casualidad? de compartir nombre y apellidos con una prima.

2. Y yo con estos pelos. Lo de que no me sé peinar es tan cierto como que el sol sale todos los días, pero es que ya últimamente la cosa iba a tomando visos de convertirse en grave. Así que me arriesgué con un tratamiento de keratina sin mucha fe, pero tengo que decir que el pelo me ha mejorado un montón: lo noto mucho menos encrespado, más suave y manejable y no voy por la vida con pelos de local aunque no pase antes por la peluquería. El tratamiento me ha costado 35€ y creo que es una opción más que buena para las que estéis como yo.

3. ¿Qué como?. Cuando me da por algún alimento soy tan cansina que no paro de tomarlo hasta casi aborrecerlo. Ahora es el momento de las  barritas de avena de Hero  con almendras y un toque de caramelo. Están tan ricas y llenan tanto que después del gym es lo que más me apetece y mejor me sienta. Tampoco le hago ascos para merendar. Me encanta además que no contengan aceite de palma.

4. ¿Qué veo?. Me ha dado fuerte con las series nórdicas. He empezado a ver Forbrydelsen (The Killing) y se la recomiendo a todos aquellos que sean fanáticos del género policiaco tipo Mentes Criminales,  porque os va a dejar bien pegados al sillón y sin pestañear. Tiene unos añitos la serie, pero refleja tan bien el ambiente danés que como enamorada  de ese país que soy, me tiene absolutamente enganchada. 

5. Mi gran proyecto.  Ahora mismo estoy mascando con tan nivel de ansiedad mi chicle de nicotina que casi no sé si debería callarme esto, pero como veis no lo voy a hacer. Estoy intentando dejar de fumar. En realidad, de momento, solo estoy fumando menos. Pero muchísimo menos de lo que fumaba. Pensé que iba a ser mucho peor, pero solo es malo y lo estoy sobrellevando con bastante dignidad y aplomo. Sí, sé que fumar es un asco, que me estoy matando, que estropea la piel, que es tirar el dinero y todo eso. Pero la cuestión es que es una droga, legal, pero una droga. Así que todos esos argumentos que tan bien esgrimís los que nunca habéis fumado o los exfumadores radicales se quedan en agua de borrajas cuando el monstruo de la nicotina pide su dosis y tú no se la das. Cada uno tiene su momento y tal vez este pueda ser el mío. Aunque no puedo prometer ni prometo.