Lecciones de vida

Hay ocasiones en las que el universo quiere poner frente a nosotr@s alguna verdad, como si quisiera revelarnos algo. Y lo hace poniendo en nuestro camino a personas de las que podemos aprender mucho y que nos hacen cambiar nuestra perspectiva totalmente.

Mi última lección de vida ha venido de la mano del chico que cuida a mi padre los fines de semana. No debe de tener más de 20 años y compagina sus estudios con este trabajo. 
Eso por sí solo puede que no sea muy llamativo.Aunque hay que matizar que se trata de un trabajo como cuidador interno. La verdad, no creo que haya muchos chicos de esa edad dispuestos a tener solo un fin de semana libre al mes.

Pero lo que me hace admirarle y querer aprender de él es la alegría con la que desarrolla su trabajo: nada es un problema para él, es súper pro activo, detallista, cuidadoso, amable, educado, ordenado, limpio. 

Ayer llegué a casa de mi padre un poco cansada y contrariada por el asunto de que tidavía no me he curado de la lesión del pie. Pero fue llegar y encontrarme la casa impoluta, a mi padre perfectamente  atendido y a G* dándome el "parte" del fin de semana ( tanto de mi padre cono de otras cuestiones domésticas) que se me quitaron las ganas de quejarme. Y, con mi cansancio y todo, me dispuse a deshacer el equipaje, organizarme la semana; pero principalmente me hice el propósito de mantener durante esta semana todo esa alegría y buen hacer que transmite G*.

Y es que cuánto me queda por aprender en la vida todavía, con cuántos G* me cruzaré en mi camino y cuántas lecciones de vida me quedan por conocer.



Gracias G*

Comentarios

  1. Pues sí qué maravillade chico. Hay muy pocos así. Regalos de la vida encontrarse con personas que valen millomes. Disfruta Cristina y gracias por tus entradas soy muy fan y me encanta leerte en mis ratos libres. @yoquieroserfuncionaria

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  2. Ostras, gnte así queda ya poquita

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